POMPEYA. La ciudad perdida

Todos habréis oído hablar de esta ciudad, Pompeya que hace dos siglos quedo sepultada por una erupción volcánica. La ciudad en el valle fértil del río Vesubio situado al sur de Italia cerca de Nápoles, todo lo que comprende el valle del Vesubio quedo derruido por una nube volcánica que poco a poco se fue aproximando a la ciudad y quedo en la historia en sólo 24 horas.

Todo comenzó el día 24 de Agosto del año 79 d.C, anteriormente con sofocadas erupciones, pero ese día ocurrió la más trágica dandose una gran nube de humo negro que cubría toda la ciudad, por aquel entonces de unos 15000 habitantes. La mayoría de sus habitantes habían muerto por inhalación del humo negro, otros quedaron sepultados en sus casas e incluso por las quemaduras producidas del volcán. Duró tres dias aquel suceso y se llevó a mas de mil habitantes entre sus muertes, ninguno pudo escapar de aquel lugar porque la nube negra le impedía la vista viendo cada vez más cerca la muerte, una nube negra de siete metros de cenizas y lascas.

Se conoce que Pompeya había sido una ciudad bastante moderna para haber nacido antes del siglo I, con características más avanzadas que el Imperio Romano como el divorcio entre sus habitantes, mujeres sacerdotes o el voto y poder ser alto cargo público en la política de las mujeres. Como los romanos tenían gran veneración a la fertilidad, sus dioses y el disfrutar de la vida, como reflejaban en los frescos de sus casas y los objetos decorativos. Se conoce que eran gentes sencillas con el valor de los estamentos romanos como eran los esclavos, los nobles y los trabajadores, pero entre ellos convivian en paz, se conocía que era una ciudad próspera llena de buenos comerciantes y de variedad cultural entre sus habitantes, llegados de tierras muy lejanas. Se llenaba de templos para rezar a sus dioses y sus calles eran anchas, con numerosos monumentos en recuerdo de memorias pasadas. Es conocida tambien Pompeya, por el famoso prostibulo que había en sus calles el cual adelantado a sus epocas se llenaba de graffitis llevando a la gloria todas las acciones dispuestas alli.

Todo quedo reducido para la historia en una ciudad derruida que hoy día podemos visitar, en todas sus ruinas y podemos volver a lo que eran y lo que tenían, viviendo todo aquello que hacían y que hoy día podemos comprobar en sus frescos, objetos y paredes que quedan.