Llego en ansiado 23 de julio de 2012, dia en el que
finalizamos el curso de primero de bachillerato y comenzamos las vacaciones.
Este verano no me lo he tomado como un verano normal,
no lo he visto como esos 71 dias en los que simplemente ves pasar el tiempo
esperando a que llegue un curso mas.. NO SEÑORES.
Este verano para mi ha sido una especie de ultimátum, como si esos 71 dias fueran mis últimos 71 dias de vida. Se que suena demasiado exagerado, es cierto, pero después de ese verano llegaría SEGUNDO DE BACHILLERATO, curso al que todo el mundo teme, en el que todo el mundo escucha la palabra selectividad mas veces que su propio nombre, en el que todo el mundo se pasa noches sin dormir para terminar de estudiar los novecientos temas que te entran en el examen, curso en el que tu cerebro pide un cartel luminoso para colorcarlo en tu frente que diga “sobrecarga de datos”.
Este verano para mi ha sido una especie de ultimátum, como si esos 71 dias fueran mis últimos 71 dias de vida. Se que suena demasiado exagerado, es cierto, pero después de ese verano llegaría SEGUNDO DE BACHILLERATO, curso al que todo el mundo teme, en el que todo el mundo escucha la palabra selectividad mas veces que su propio nombre, en el que todo el mundo se pasa noches sin dormir para terminar de estudiar los novecientos temas que te entran en el examen, curso en el que tu cerebro pide un cartel luminoso para colorcarlo en tu frente que diga “sobrecarga de datos”.
Centrandonos en el verano, voy a
analizar este ultimo verano anterior al curso de segundo de bachiller. Este verano no
ha sido un verano cualquiera, como ya he dicho anteriormente. Aprovechas cada milésima
de milésima de milésima de segundo pensando en que de un momento a otro el
verano se te escapa y que te espera el curso del que todo el mundo habla peor. Estas
tan a gusto tomando el sol, jugando a
las cartas, bañándote o incluso charlando sin hacer absolutamente nada que
puede suceder que se te olvide comer o que se te olvide que son las 2 de la
madrugada y que tu pobre madre lleva tres horas llamándote y esperandote en el piso.
Luego están las fiestas del verano.En mi caso
chicos y chicas mi madre entiende verano como época en la que voy a tener que dejar
que la niña se recoja mas tarde porque la pobre ha estudiado.. Llegaba el
viernes y la fiesta, fiesta que no se parece ni mucho menos a la que vives
cualquier finde durante el curso ,tiene algo especial, tiene olor a verano .
Otra grandísima ventaja del verano
es la libertad, libertad para no estar en tu casa en todo el dia, libertad de
hacer lo que mas o menos quieras sin tener que preguntarle a mama cada cinco
segundos y decirle donde estas o de donde vienes, porque por lo menos mi madre también
considera sus vacaciones para desconectar de sus hijas, es decir de mi, y para
mi perfecto.
En ultimo lugar hablar de los
domingos, benditos domingos de verano en los que no tienes que no tienes que
estar pensando en hacer toda la tarea, que por supuesto no has hecho en el
finde, y en que al dia siguiente tendras
que estar en planta a las 7 de la mañana. Domingos en los que te levantas con
el cuerpo hecho un asco después del finde y que te puedes pasar tirado en el so
fa viendo pelis.
Despues de estos maravillosos 71
dias presegundo de bachillerato comienza el curso y con el. el aprovechar cada milésima
de milésima de segundo no solo en estudiar, sino también en dormir, que hace
mucha falta. Estoy segura de que habrá futuros estudios que demuestres que en
los días en los que tienes exámenes son los días en los que mas falta te hace
dormir.
Saludos, reportera 1.
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